Salir de EEUU es de las cosas más fáciles que podéis hacer, sobretodo cuando volvéis a vuestro país de origen. A pesar de la facilidad mi regreso fue toda una aventura, pero con la alegría que me daba volver la disfruté al máximo.
Por estas épocas no hay vuelos directos desde Carolina del Norte así que ahí empezó todo: mi primer vuelo se retrasó unas dos horas y cuando aterricé en Filadelfia se suponía que mi avión para Madrid había despegado pocos minutos antes... Empezaron las carreras y los nervios puesto que en Filadelfia toca coger un autobús de las terminales de vuelos nacionales a terminales de vuelos internacionales. Afortunadamente, al preguntar, me informaron que tardaba cosa de 3-5 minutos y podría tener la suerte de que el avión hubiera esperado por mí, así que tras esperar brevemente al autobús, subí, tuve ganas de maldecir a los aviones que se interpusieron entre ambas terminales y finalmente bajé y corrí de tal manera que mis piernas iban adelantadas y tirando del resto de mi cuerpo. Una vez acercándome otra joven me preguntó si iba para Madrid y corrimos juntas la distancia restante. Casi se me cayó el mundo encima cuando en la puerta de embarque vi no sé qué nombre, pero la azafata me hizo ademán para que me acercara y me dijo algo cómo: "venga que estamos esperando por vosotras" a lo que me aseguré que se refería al vuelo de Madrid y ya recuperada la respiración me dispuse a buscar mi asiento para desplomarme.
Posteriormente, una vez aterrizada en Madrid, me di cuenta de que seguramente mi maleta no habría sido esperada y tras hacer la burocracia correspondiente descubrimos que mi maleta había sido enviada a ¡Manchester!
Al día siguiente me trajeron la maleta a casa y cual fue mi sorpresa al encontrarme dentro un papelito que indicaba que habían registrado mi maleta.
El regreso a EEUU fue arena de otro costal.
Bueno, ¿tenéis presentes las preguntas iniciales antes de facturar? Al enseñar mi Advance Parole se redujeron a quién, dónde y cómo te has hecho la maleta y si llevas algo que alguien te haya dado. Lo único que me retuvo allí un poco más es que se quisieron enseñar a todos el Advance Parole porque no se ve todos los días.
Una vez aterrizada en Filadelfia está el control policial donde te miran el pasaporte y el papelito que rellenas en el avión y te toman tu correspondiente foto y huellas dactilares. Presenté también el Advance Parole y tuve que rellenar otro papelito y me mandaron al control secundario para que me rellenaran no sé qué acorde con el Advance Parole.
Es posible que acabéis en el control secundario si tenéis un nombre parecido al de algún narcotraficante u otro criminal, o si vuestro nombre es muy común, realmente se cercioraran de que no eres a quien buscan y de que no eres un peligro y luego procedes como los demás; a recoger tu maleta facturada y entregar el papel que te dan a rellenar en el avión, que es el de la aduana. Y entonces tienes un deja vu.
Vuelves a facturar maleta, en vez de darte el billete comprueban que tengas billete y que esté en regla y vuelves a pasar control policial con los detectores de metales donde aquí (en EEUU) también toca quitarse los zapatos.
Una vez pasado todo esto solo quedó subir al segundo avión, despegar, volar, aterrizar, bajar del avión, recoger las maletas y encontrarse con quien te viene a buscar para ir a casa. Pan comido.
Y descubrir que volvía a tener otro papelito que me informaba de que me habían registrado la maleta otra vez... ¿será por ser de un color algo llamativo? Es la primera vez que me registran tanto, menos mal que no llevaba nada que considerasen inapropiado.
PD:Cuando el vuelo es directo te ahorras el deja vu.
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